10 Recomendaciones que Transforman tu Relación con el Dinero

Por Xóchitl Reyes

El dinero es uno de esos temas que a muchos nos cuesta trabajo hablar, y eso se debe a que nadie nos ha enseñado cómo cultivar esa relación. Con mucha frecuencia la mayoría de nosotros nos quejamos de la falta que nos hace y lo difícil que es conseguirlo. Rara vez nos llegamos a cuestionar si lo que creemos que sabemos respecto al dinero es realmente cierto, y por lo general, nos limitamos a ganarlo y administrarlo lo mejor que podemos, en base a nuestros conocimientos y sentido común. 

Es normal sentir insatisfacción en ocasiones, incertidumbre por el futuro o culpa por algunas decisiones tomadas en el pasado, pero sentirnos así constantemente podría generarnos estrés y es señal de que el dinero nos está controlando. No es cuestión de tener cierta cantidad de dinero, se trata de que tu relación con el dinero sea de abundancia y fluyas con él, ya sea al ganarlo, gastarlo, ahorrarlo, invertirlo o incluso hasta cuando tengas deudas o lo pierdas. Presta atención a estas 10 recomendaciones sobre el dinero y llévalas acabo:

  1. Reconoce su importancia. Creer que el dinero no es importante, es minimizarlo y al hacerlo lo estamos alejando de nuestra vida. Tener la certeza de que el dinero es importante, es reconocerlo y al hacerlo estas abierto a recibirlo en tu vida.

  2. Intégralo en tu vida. Ver al dinero como algo que no tiene relación contigo es un error muy común, el dinero representa un área básica de tu vida y lo que proyectamos en el dinero únicamente es un reflejo de ti mismo.  

  3. Velo como un medio, no como un fin. El dinero por y en sí mismo no proporciona nada. Lo que el dinero te permite es realizar todo aquello que realmente deseas en la vida. Ninguna de las cosas que verdaderamente deseas tienen que ver con el mundo físico.

  4. Dale su valor, mas no tu valor. El dinero es neutro, tener dinero o no tenerlo no te define. Si tú no sabes quién eres y cuánto vales, el dinero difícilmente te lo dirá. El dinero no puede proporcionarte ni la seguridad ni la felicidad, esa sólo depende de ti.
  5. Maneja tus emociones. El miedo y la culpa que el dinero en ocasiones te provoca, las puedes transformar en seguridad y libertad cuando te conoces bien a ti mismo.

  6. Elimina tus creencias limitantes. El dinero se crea primero en tu mente. Estamos programados para hacer sólo aquello que creemos que es posible. Las creencias limitantes nos frenan, clara señal de que operamos en modo carencia y escasez.

  7. Manifiesta su abundancia. El dinero, tú y todo en el universo es abundancia, adopta una cultura de prosperidad alcanzará a todas las áreas de tu vida, no sólo la del dinero.

  8. Vibra con la energía del dinero. El dinero, como todo lo que existe en el mundo es energía y opera con las leyes de la atracción, aprende cómo atraerlo y evitar repelerlo.

  9. Cuida lo que dices. La palabra es poder de creación. Si lo que expresas del dinero te ayuda a ti y ayuda a los demás, ¡Adelante! de lo contrario, estarás alejando al dinero.

  10. Amplia tus conocimientos. Nuevas distinciones y herramientas financieras te abrirán a más posibilidades y mejorarán tanto tu relación con el dinero, como tus resultados.


Tenemos el dinero que emocionalmente nos permitimos tener

Por Xóchitl Reyes

Nuestras emociones y el resultado que damos con nuestro dinero están directamente relacionados y la cantidad de dinero que tenemos, es proporcional a lo que emocionalmente podemos manejar, aunque no seamos conscientes de ello.

Por ejemplo, la acción de ahorrar o gastar dinero por sí sola no significan nada, es sólo dinero ahorrado o dinero gastado. Lo que nos mueve a la acción, es el significado emocional que depositamos en ese dinero. Podrías estar ahorrando por miedo a no tener dinero para un imprevisto o para tu retiro, pero también podría ser que ahorras para realizar algo que te hará muy feliz, como el enganche de tu casa o el viaje de tus sueños. ¿Crees que pase lo mismo con nuestras emociones al momento de generar nuestro dinero? 

Piensa en la idea de hacerte millonario. ¿Te genera emociones positivas y motivos de gran dicha y felicidad? o de plano sentiste un poco de incomodidad con la idea. ¿Cómo podría ser esto posible? ¿Acaso no sería maravilloso tener mucho dinero?, pues tal parece que para unos ¡Sí! y para otros podría ser que ¡Sí y No!

Por ejemplo, si opera en nosotros la creencia de que “el dinero es la raíz de todos los males” dudaríamos de la honorabilidad de las personas que tienen mucho dinero. Tendríamos que hacer cosas no muy buenas a cambio de tener dinero, y por otro lado nos provocaría angustia pensar en tenerlo pues algo malo nos podría pasar, nos podrían robar o secuestrar. 

En dónde deja esta creencia a todas las personas que han hecho cosas buenas y producto de eso se han hecho ricos, ¿esos no nos importan? ¿Realmente importa el saber que los demás generan su dinero a través de las vías legales para que nosotros entonces lo podamos generar así también?, ¿tu qué piensas?

Nuestra atención se ha centrado tanto en las cosas malas y las ha expandido a nivel colectivo que la creencia de que el dinero es la raíz de todos los males por un lado ha empoderado a ciertas personas para tener dinero a través de vías impropias, (y de esto los noticieros no nos dejarán mentir), mientras que por otro lado nos ha limitado la posibilidad de generar riqueza por medio de las vías correctas. A nivel subconsciente e inconscientemente nos hemos alejado de la posibilidad de hacernos millonarios por las vías licita. 

El dinero no tiene la exclusividad de todo lo malo ni todo lo bueno porque ¡el dinero es neutro!, lo que deciden hacer las personas con su dinero es producto de sus creencias, sus pensamientos y sus emociones. Trabajar en tu propio sistema de creencias, es la única manera relacionarte con tu dinero desde un estado próspero y abundante. La abundancia es un estado del ser, ya vive en ti, solo tienes que despertar a tu propia grandeza.

5 valores para reconstruir tus finanzas

Por Xóchitl Reyes

Es momento de hacer una pausa y respirar profundamente para dar inicio a los tiempos de reconstrucción. Detengámonos unos instantes a pensar y darnos cuenta de que, “nuestra existencia está a tan sólo un frágil suspiro prendido en el tiempo”. Dejemos de vivir con la ilusión de querer alcanzar la tan deseada “libertad financiera” como un concepto certero o una fórmula infalible para poder tener seguridad económica y ser felices. Nuestra vida va a terminar algún día, la hayamos alcanzado o no, y no importará el dinero que adeudes en ese momento o el dinero que hayas acumulado o perdido, tan sólo quedará aquello que construiste, compartiste y contribuiste con él. 

La verdadera libertad financiera no se logra sólo alcanzando montones de billetes, va mucho más allá de preferir sentirse libre de cualquier necesidad económica, es necesario sentirse abundante y próspero, o de lo contrario, sólo nos volveremos prisioneros de nuestras propias carencias.

Te invito a leer detenidamente estos 5 valores que te pueden ayudar a cimentar firmemente tu relación con el dinero y poder iniciar tu reconstrucción financiera:

1.- Ganarlo haciendo lo que más te guste.  Sólo haz aquello que refleje tu verdadero don y que te produzca el mayor placer de esta vida, que exprese quién eres y de sentido a tu ser. No hay profesiones ni oficios, deportes o actividades en las que no exista gente que se haya hecho rica. Deja atrás las creencias disfrazadas de pretextos que únicamente te limitan.

2.- Gastar con responsabilidad y sin culpas. Gastar es parte del flujo del dinero, no dejes de ver que tu gasto se convierte en el ingreso de alguien más, así como lo es tu ingreso cuando alguien gasta. Determina una cantidad fija, se selectivo con tus decisiones y gástalo en cosas que nutran tu cuerpo, tu mente y tu espíritu.  Agradece cada factura por pagar que esté en línea con estos conceptos y elimina en lo posible aquellos que sólo provienen del ego. 

3.- Guardar sin miedo. Nunca pienses que debes ahorrar dinero por el temor de que mañana no tengas, o que ya no puedas generarlo, al contrario, dale un propósito de felicidad y de realización para que esté cargado de esa energía y reserva una parte para situaciones imprevistas que se puedan presentar.

4.- Invertir con visión. Desarrolla tu espíritu inversionista, primero invierte en ti, edúcate lo más que puedas en aquellos temas en los que quieras desarrollarte, ésta puede ser la inversión que más intereses te puede generar. Elige inversiones que a su vez beneficien a más personas si es que puedes hacerlo y nunca inviertas en algo que no sabes o que no entiendas quien se está beneficiando y qué exactamente se hace con tu dinero.

5.- Dar para recibir Es el acto de mayor abundancia y es el principio de todo, es una oportunidad para trabajar los apegos y evita dar pie a emociones como la avaricia, que tan sólo provienen de una carencia interna y nada tienen que ver con el dinero. No des el dinero que no tienes, da cuando tengas las posibilidades y mientras tanto apoya a otros ofreciendo tu trabajo y tu tiempo a una causa, una escucha generosa o una simple sonrisa a tu vecino. Sólo puedes atraer a tu vida aquello que das. 

Empezar a cimentar estos valores en tu día a día requieren de un cambio de conciencia, que aparentemente no producirá cambios significativos en la economía, pero tal vez cambie la manera en que tú la miras, porque cuando cambias tú, todo cambia.  


¿Sabes cuál es tu Fin en El Buen Fin?

Por Xóchitl Reyes

El Buen Fin es un mecanismo que se creó en el 2011 para reactivar nuestra economía, su objetivo era incentivar el consumo interno, evitar el cierre de muchos negocios y frenar el desempleo. Los descuentos y las promociones aseguraban a los comercios a generar flujo de ingresos, al banco a incentivar el consumo vía crédito y a las personas eliminar la sensación de carencia por la cual atravesaban en ese momento.  Así que si tú eres de los que les urge que llegue el tan esperado buen fin, detente a pensar un momento en cuáles son tus motivos para esos 4 días y si en verdad estarás ahorrando o únicamente estarás gastando de más.  

Cuando escuchamos palabras como ¡Oferta! ¡Aprovecha!, ¡Sólo por el Buen Fin! Inmediatamente nuestra mente nos incita a comprar y estamos más dispuestos a endeudarnos por adquirir bienes o servicios, se activa nuestro “estado carencia” ya que pensamos que después no podremos comprarlo, tal parece que el comprarlo en estas fechas nos hace sentir una sensación de logro y que verdaderamente estamos ahorrando.

¡Espera!, ¡Ahorrar no significa comprar más barato! Ahorrar es reservar una cantidad de dinero y depositarla en una cuenta para un fin específico como el enganche de un auto o una casa, de otra manera sólo estarás teniendo más dinero para gastar en otras cosas, y tal vez serán cosas que ni siquiera necesitas. Ahorrar significaría que si compras algo durante “El Buen Fin” que a precio regular cuesta $5,000 pesos y que tu pagaste $3,500 pesos, entonces tendrías que reservar $1,500 pesos en el banco para que fuera un verdadero ahorro, o comprometerte a depositar en el banco $125 pesos mensuales por 12 meses si lo pagaste a 12 meses sin intereses. ¿Conoces alguien que haga esto? ¡Claro que No! ¡Nadie lo hace!, ¿Ahora entiendes la diferencia y puedes ver que no existe un ahorro verdadero?  ¡Lo único que verás es cómo tu gasto se expande! 

No significa que debamos quedarnos en casa bajo 4 llaves, lo más importante es que tú sepas cuáles son los motivos que te mueven a gastar en este buen fin. Aquí te dejo 3 conceptos de compra que te ayudarán a definirte:

1.- Compras de Calidad de Vida. Son compras que realmente mejorarán tu vida y que no tienen nada que ver con el precio o la marca que pagas, sino por la calidad, durabilidad o experiencia que buscas. Reafirman tu sentimiento de bienestar y prosperidad. Ejemplo: unos muy buenos zapatos, unas vacaciones inolvidables.

2.- Compras de Oportunidad. Son aquellas que haces en función de actualizar la eficiencia y mejora de algo que ya tienes o que necesita ser reemplazado. Reafirman tu sentimiento de prosperidad Ejemplo: Actualizar el refrigerador, cambio de plan de telefonía.

3.- Compras de Estilo de Vida. Son compras emocionales no indispensables pero que haces porque necesitas cubrir tu necesidad de pertenecer a un determinado grupo social. Seguro tienes algo de muy buena marca que compraste porque estaba a muy buen precio, pero que está guardado en tu closet porque ni te queda bien, o qué decir del deportivo al que te inscribiste porque estaba en promoción pero que no has ido en todo el año. 

Ahora que ya sabes estos conceptos, haz una lista de lo que desearías comprar y define cuánto dinero puedes destinará, a partir de ahí prioriza y utiliza responsablemente tu capacidad de crédito, lleva un buen plan de pagos para incrementar tu confianza y relación con el crédito.

Ten cuidado con tus Compras de Estilo de Vida, opta por las que realmente incrementarán tu Calidad de Vida, ahí está la verdadera clave de cualquier compra y si en realidad te das cuenta que no puedes resistirte, seguramente es porque el comprar están saciando un vacío emocional. Así que es un buen momento para que lo trabajes en ello.